miércoles, 1 de febrero de 2012

La solidaridad

Según la Real Academia Española de la lengua la solidaridad es la adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros. Diciéndolo en palabras más comprensibles la solidaridad es la colaboración mutua en las personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se vivencian experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.

Nuestra sociedad está viviendo unos momentos en los que la solidaridad es imprescindible. Creo que todos debemos saber ponernos en el lugar de aquel que cada día pierde su trabajo, lo de Spanair no tiene nombre, pero lo peor es que hay muchísimas empresas comportándose de la misma manera, de aquel al que le bajan el sueldo porque esos recortes son necesarios,  del que pierde su casa por no poder pagar al banco, de aquel al que acaban de diagnosticarle una enfermedad terrible, del que sin aviso previó no volverá a ver a un familiar o a un ser querido, de todo el que está pasando por una causa o por otra un mal momento.

Creo que nuestra solidaridad debe llegarle como apoyo y muestra de cariño al que lo pasa mal, porque para superar cualquier situación es imprescindible tener esperanza y luchar con todas tus fuerzas para intentar cambiarlo.

No quiero olvidar que también hay que ser solidario con aquellos empresarios, en estos casos suelen ser pequeños empresarios, que luchan con todas sus fuerzas para salvar los puestos de sus trabajadores y pagan los sueldos con el patrimonio personal porque los ingresos de la empresa no llegan ni para eso, porque gente honrada hay en todos los estatus, aunque en esta época parecen una especie en extinción. Estos hombres y mujeres también se merecen el reconocimiento de sus trabajadores, porque lucharon hasta el imposible para salvar puestos de trabajo, pero no llegaron.

Hay que ser solidarios con los que están lejos, en países subdesarrollados,  pero también con el vecino de al lado, cuya vida cambió de golpe al encontrarse un tumor, o con el de abajo, que perdió su trabajo. Quizá nuestra solidaridad con la mayoría de ellos no pueda pasar de una sonrisa en el ascensor o de un toquecito en el hombro, pero siempre será mejor eso que la indiferencia con la que solemos mirarlos.



Para acabar la entrada, te dejo un poema del blog Poemas, pensamientos y proverbios, que acabo de descubrir y su nombre me ha recordado terriblemente al de este blog. y que viene a decir lo mismo que te he contado en la parrafada que te has leído.

Sentado en un bar de la ciudad
esperando me sirvan un café
te ví pasar presurosa
como escapando del viento
el pelo revoloteado, y la falda levantada.

La gente que te rodeaba no dejaba de mirar
me dió mala impresión que no vayan en tu ayuda
pues diste un resbalón y perdiste el equilibrio
pero yo tampoco hice nada por ayudarte,
solo esbocé una sonrisa y de reojo te miré.
.
Así pasan las cosas, estamos adormecidos,
mientras todo se mueve, somos espectadores.
Seamos mas solidarios, pues hay conflictos humanos,
que algunos no comprendemos y, aunque no somos iguales,
tenemos algo en común, compartimos territorio ,
vientos, frio y humedad.


(Maria Luz Novoa)

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