Una excursión cien por cien recomendable si visitas Irlanda es la de los Acantilados de Moher. Se encuentran muy cerquita de Galwey y hay compañías que organizan el viaje desde las principales ciudades del país.
Nosotros fuimos desde Dublin y lo contratamos con Paddywagontours. El precio es de 45€, 40€ para estudiantes, pero como unas amigas fueron 3 días antes y se lo dejaron en 35€, pues pregunté y eso que yo no soy de regatear, y nos lo dejaron a ese precio en menos de 30 segundos.
El chofer era también el guía, que empezó a explicarnos lo que veíamos ya en el mismo Dublin. La verdad es que muy agradable.
La primera parada fue para ver los restos de la Abadía de Corcomroe, un monasterio Cisterciense del siglo 13 al norte de The Burren.
La siguiente parada fue para ver el Dolmen de Poulnabrone, sigo convencida de que lo construyeron para resguardarse de la lluvia. No me llamó demasiado la atención porque como el terreno es tan pedregoso no le encontré mucho mérito.
Después de comer en un pueblito cuyo nombre no recuerdo fuimos a ver los acantilados. Tuvimos muchísima suerte con el tiempo porque prácticamente no llovió nada.
No sé si con las fotos se llega a apreciar la altura de los acantilados, lamento la oscuridad y las sombras de algunas fotos, pero contra el sol poco se puede hacer.
Irlanda es un país que vive la música, también en la calle, y en plenos acantilados había una mujer con un arpa. También había flautista y violinista.
Para finalizar el día fuimos a ver el Castillo de Bunratti, pero no fue el único castillo que vimos, ya que por el camino encontramos muchísimas más torres.
Espero que te haya gustado la visita de hoy y que te vayan entrando ganas de venir a conocer Irlanda.
Me ha encantado, en unos dias voy para alli volando........
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