jueves, 12 de marzo de 2015

Turismo por: Navarra

Este lunes y martes nos hemos ido de escapada rápida a Navarra, un destino que teníamos pendiente de visitar desde hace mucho tiempo y al que tenemos que volver, porque se merece mucho más que un par de días.
Como las fotos que hemos hecho no son excesivamente buenas, voy a ilustrar este post con fotos de distintas webs, en las que además de tener las maravillosas imágenes que estoy seleccionando hay muchas más, por si con estas no te resulta suficiente. Debajo de cada fotografía está en enlace al que puedes acceder para verlas.

La comunidad foral se divide en tres zonas claramente diferenciadas, la Ribera, la Zona Media y la Montaña, por falta de tiempo solo vimos una pequeña parte de la Ribera y de la Zona Media, lo más al norte que llegamos fue a Pamplona, que claro está, no podíamos irnos sin pisarla.

Nuestra ruta empezó en Villafranca, un pueblo barroco, puesto que es donde nos alojamos. Estuvimos en la Hospedería de Alesves, que se encuentra en un edificio anexo y que perteneció al Convento de los Padres Carmelitas que aún se mantiene con un par de Carmelitas.
Al ser lunes no eramos muchos los alojados, la sensación era la de estar solos allí, inicialmente nos provocó una sensación rara, pero la valoración es altamente positiva, nos encontramos super a gusto, una habitación preciosa y un trato de los trabajadores excepcional.

Villafranca, Iglesia Santa Eufemia
Imagen de aquí


Nuestra primera visita fue a Olite, un pueblo que llevaba mucho tiempo en mi lista de lugares a visitar. Si no habéis oído nunca hablar de Olite, os diré que tiene un castillo - palacio impresionante y muy diferente a los castillos a los que estamos acostumbrados en España, a mi me recuerda a los Chateaux de la Loire. 
Cierto es que esta reconstruido casi integramente, pero por 3,5€ que cuesta la visita (sin guía) recorres el interior del Castillo y vas subiendo a cada una de sus torres. No nos defraudó para nada, la única pega que le pongo es que tiene muuuuuchas escaleras y en mi estado me dejaron matada.
Como curiosidad decirte que se supone que el castillo de Cenicienta está inspirado en el castillo de Olite.
Castillo de Olite
Imagen de aquí

Palacio Real de Olite
Imagen de aquí

Si no recuerdo mal el horario de visitas es de 10:00 a 18:00, me sorprendió que no cerraran a medio día y nos vino genial porque entramos a eso de las 13:00 y salimos pasadas las 14:30.

De Olite nos fuimos a Ujué, un pueblo medieval que se encuentra muy cerquita. Nos recomendaron ir a comer a Ujué, donde son muy típicas las migas de pastor, pero entre que mi diabetes gestacional no me deja comerlas y que en Olite se nos hizo tarde, comimos allí.
Lo más llamativo de Ujué es su Iglesia- fortaleza, dentro de la que se encuentra el corazón de Carlos II, el malo.
Ujué
Imagen de aquí
El camino ofrece unos paisajes preciosos entre montañas y valles y muchísimos almendros en flor, de hecho en Ujué hay bastantes tiendecitas de almendras. Justo detrás de la iglesia hay una zona que se usa de mirador y tiene 2 paneles informativos en los que te muestra las montañas que ves, que en estas épocas tienen muchas cumbres nevadas.

De aquí nos fuimos a conocer Pamplona, fuimos por nacional y se nos hizo un poquito largo, así que te recomiendo que cojas la autopista. El recorrido anterior por la nacional se llevaba muy bien.
Aunque solo sea por los San Fermines, Pamplona es altamente conocida por todos. Nuestra ruta fue cortita porque un par de horas después de llegar ya había anochecido, con lo que el turismo se complica.
El recorrido por Pamplona empezó siendo el de los encierros pero al revés, luego lo hicimos en el sentido correcto, porque hacerlo al revés nos desorientaba un poco. Nos llamó la atención lo pequeñita que es la plaza del ayuntamiento, desde donde se lanza el chupinazo, que claro, por la tele se ve llena llena.

Plaza Ayuntamiento Pamplona
Imagen de aquí
Recorriendo las calles peatonales del casco histórico te encuentras con la Plaza del Castillo y con preciosos edificios tales como la Diputación y el Gobierno de Navarra.

Al lado de la Plaza de toros está el Fortin de San Bartolomé y al otro lado el frontón de Labrit, que fue la visita más esperada de mi chico.

Fortin de San Bartolomé, Pamplona
Imagen de aquí
Como ya te he dicho nos faltó mucho, así que tenemos visita pendiente ya con la niña.

Al día siguiente fuimos a visitar la bodega de Marqués de Montecierzo, en Castejón. Se encuentra en una antigua Harinera, edificio de 1900, que en la guerra civil sirvió de Cárcel. 

Bodega Marqués de Montecierzo
Imagen de aquí
A 4 Km de Castejón está Alfaro, que ya pertenece a la Rioja, cabe destacar la Iglesia Colegiata San Miguel Arcángel, por lo grande que es y por la colonia de Cigüeñas que habitan su tejado, dicen que en verano pueden llegar a 400, pero en invierno ya hay unas cuantas.

Colegiata San Miguel, Alfaro
Imagen de aquí
Nuestra última visita fue Tudela, pero nos pasó como Pamplona, que nos faltó visitar muchísimo, en este caso más por mi cansancio acumulado que por otra cosa, pero nos apasionó la Plaza de los Fueros. Se accede a la plaza desde unas cuantas calles, la más curiosa es la que te hace entrar por 2 pasajes debajo del ayuntamiento. Los edificios de un lado de la plaza tienen escudos de los pueblos de Navarra y los del otro lado tienen dibujos taurinos. El templete en medio, rodeada de terrazas... tiene muchísimo encanto.

Plaza de los Fueros, Tudela
Imagen de aquí

Como curiosidad contarte que durante el camino encuentras toda la riqueza agroalimentaria de la comarca, muchísimas industrias alimentarias, explotaciones ganaderas.... En los pueblos y ciudades que visitamos no encontramos tanta gente ociosa como, por desgracia, estamos acostumbrados a ver en Castilla, algo que considero indicativo de que los índices de paro en Navarra son mucho menores. Y la verdad, es que no creo que sea solo por la suerte de disfrutar de un gran clima, algo más tuvieron que hacer bien para conseguir generar tanta riqueza.

Ya te he dicho que solo estuvimos un día y medio, pero comimos genial tanto en Olite, como en Villafranca como en Tudela, y no fuimos a ningún sitio recomendado, entramos en donde pensamos que el menú del día mejor se podía aproximar a mi dieta, por lo que o tuvimos mucha suerte, o es una zona en la que se come de maravilla (que es por lo que me inclino).





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